Supongamos que las lecciones, las tareas y las demás actividades académicas diarias que desarrollamos durante una clase, sea algo semejante a beber una vez al día el contenido de un vaso con agua.
Cada vez que asistimos a una clase y realizamos sus respectivas actividades para adquirir el conocimiento diario que cada una aportan; es entonces que, de manera semejante, hemos tomado un vaso con agua al día, y así en cada día de la semana escolar, estaremos repitiendo esta acción de “beber el contenido del vaso” diariamente a cada momento que completamos satisfactoriamente cada objetivo de cada lección o actividad escolar diaria.
¿Qué tan difícil es poder tomar el contenido de “un vaso con agua”?
Realmente es un hábito que podríamos llevar de manera muy simple y no existe mayor reto en ello si somos constantes, así mismo es ciertamente sencillo el alcanzar los objetivos diarios.
En esta analogía de "lecciones -> vaso con agua" vemos que el aprovechar y comprender el conocimiento contenido en cada lección diaria y cada una de nuestras clases que recibimos de nuestros maestros e instructores.
No nos implicaría superar grandes retos ni tener mayores complicaciones; siempre y cuando adoptemos el hábito de realizar nuestros deberes escolares para aprender el conocimiento diario que nos quieren transmitir. Hasta aquí todavía nos encontramos en una circunstancia en donde es fácil aprender y cumplir todos los objetivos, realizando cada uno de manera diaria y constante.
¿Qué pasa si un día no tomamos ese "Vaso diario"?
Lo lógico sería, que si en un determinado día no nos tomamos “esa agua diaria”, esta se acumularía sumándose a la cantidad de agua que habría que beber al día siguiente; lo mismo sucede con las lecciones o enseñanzas que debemos aprender día a día, en donde la mayoría de las veces, un tema visto en un día se relacionará con el tema que se verá el día siguiente.
Sin embargo, en esta situación, el no tomar la lección de un día específico y estudiarla en otro momento previo a la clase que da continuidad, no propone un gran desafío en tomar dos “vasos con agua” en un día.
Siguiendo la misma analogía, no hay mucho problema en retomar la lección del día anterior y tomar la lección del día actual para comprender un tema, es algo todavía fácil de hacer a pesar del incremento de esfuerzo que implica.
La trampa silenciosa se activa y nos atrapa cuando nos confiamos
Cuando en algunas ocasiones no tomamos una lección, o no nos concentramos lo necesario en una actividad académica, confiándonos en que más adelante tendremos el tiempo suficiente para poder completar todas las actividades atrasadas, y sin darnos cuenta, y siguiendo la analogía de “beber los vasos con agua diarios acumulados”.
Es entonces, cuando encontramos con situaciones en las cuales, la cantidad de agua que debamos beber (o actividades académicas que debamos completar) sea demasiada para completar a tiempo un día antes de un examen o de una fecha límite de entrega de proyecto y/o evaluación.
Esto se convierte en que “el agua que no bebimos a su debido tiempo” cabría en una piscina, y sería imposible “beber toda esa agua” o aprender todo antes de un examen final, y solamente nos encontraremos con la imposibilidad de terminar a tiempo.
La enseñanza esta analogía es:
La modalidad de las clases online que es muy popular en estos últimos años, y nos ha dado una gran flexibilidad de llevar nuestro propio ritmo de aprendizaje de las lecciones y actividades académicas diarias, siendo algo tan simple como “beber un vaso con agua diariamente en el momento que queramos”.
Sin embargo, con esta flexibilidad y cierta autonomía, podemos caer en la trampa de dejar que las lecciones o actividades acumulen , y que luego no tengamos el suficiente tiempo completar cada una para su fecha de entrega "dejando que se acumulen los vasos con agua", lo cual nos llevará a desvelos, a angustias y frustraciones, además de que probablemente no lograremos los objetivos planteados en cada lección, y esto a su vez derivará en malas notas y/o bajas calificaciones.
No olvides "Beber tu lección diaria."
Que tengas un buen día.