La belleza de aprender idiomas

Una pregunta que he escuchado a menudo es: ¿pero por qué tengo que aprender un idioma diferente al mío si no voy a vivir al extranjero? en Italia hablamos italiano, en España español y si me voy de vacaciones utilizo el traductor de google!

Bueno, no funciona así. La vida es mucho más impredecible de lo esperado. Aunque una persona pueda sobresalir en habilidades organizativas no puede, sin embargo, poder planificar el futuro o los encuentros que se llevarán a cabo en su vida.

Quiero hablar de esto.

De hecho, seria obvio y ultraconocido decir que hablar un idioma (especialmente el inglés) sea de suma importancia para el mundo del trabajo, para los intercambios de estudios, etc. Pero lo que a menudo no se considera es el hecho de que no saber expresarnos en un idioma diferente al nuestro puede impedirnos oportunidades inestimables a nivel personal.

Ninguno de nosotros puede predecir qué personas y oportunidades se presentarán en nuestras vidas, ya sea viviendo en su país de origen o mudándose al extranjero. Pero lo que está claro es que el mundo se está moviendo y evolucionando, ignorando las fronteras idiomáticas y políticas. Este es un hecho que, desde el punto de vista cultural, trae consigo un enorme valor. Considerando el hecho de que el mundo parece ser demasiado grande porque podemos visitar todos los lugares en una sola vida ... Yo diría que si diferentes componentes del mundo se cruzan en nuestro camino por casualidad, vale la pena ententar a conocer una cultura con la que de lo contrario nunca habríamos entrado en contacto.

¿Y cuál es el primer paso para abrirnos a esta experiencia? Bueno... sin duda hablar! Y para esto ciertamente no es necesario tener ni presentar certificados de idiomas pagados, aprobados y homologados. Mucho más sencillo que todo esto. Solo es necesario olvidarse del rigor de la gramática y de la ansiedad de exprimirse con una pronunciación perfecta. Simplemente relajarese y dejar que las palabras (y en caso de necesidad los gestos ;) ) fluyan libres y confusas, incorrectas y correctas...sin pensar que alguien nos está juzgando. Esto es lo que, en mi opinión, es la base fundamental para abrir la mente y la curiosidad hacia un nuevo idioma y una nueva experiencia. Y quiero subrayarlo varias veces: aprender un idioma y saber cómo usarlo es mucho más que una habilidad... es una experiencia de vida de verdad!

Sin considerar el hecho de que expresarse en otro idioma por cosas que puedan parecer obvias (como comprar pan o tomar un taxi) puede convertirse en pequeños desafíos personales que conducirán a momentos de enorme satisfacción. Al darse cuenta de ser capaz de responder a un turista que visita nuetro país o poder actuar como intermediario entre él y el oficial de policía local, puede brindar una sensación de satisfacción personal con posibles beneficios también para la autoestima y la auto confianza. Pero estas son reflexiones personales y me doy cuenta de que todos reaccionarán de manera diferente al lograr sus propios objetivos. Pero las que son seguras y comprobatas son las consecuencias del aprendiizaje des idiomas sobre el cerebro. De hecho, varios estudios muestran que estudiar y hablar varios idiomas aporta diferentes beneficios al cerebro en términos de mejora de la memoria, concentración y por supuesto se vuelve más fácil aprender nuevos idiomas. De echo, una vez que el cerebro ha sido entrenado para detectar patrones involucrados en el aprendizaje de un nuevo idioma, es mucho más fácil para el detectar los mismos patrones en el futuro.

Pero para darse cuenta de esto no es necesario mencionar la bibliografía sobre el tema. De hecho, es inevitable notar (especialmente al principio) cómo aumenta la reactividad mental cuando se está fuera de la zona de confort de la propia lengua materna. Obviamente, para algunos esto puede asustar y, de hecho, puede ser una condición a veces agotadora. Pero, por otro lado, sentirse mentalmente lúcido y reactivo no tiene precio y esta condición puede llevar a una productividad inesperada y al logro de objetivos tambièn en otras áreas de la vida.

Ahora, habiéndome concentrado en los efectos beneficiosos personales de hablar un segundo (o tercero, cuarto etc) idioma, no quiero dar la impresión de ser ingenua y de creer que simplemente estando relajado y abierto a nuevas experiencias se pueda aprender un idioma. Absolutamente no, mucho menos quiero desacreditar la importancia de la gramática y de un estudio metódico. Sin embargo, este artículo no quiere ser otro más sobre el método de estudio si no que me gustaba la idea de arrojar luz sobre esos aspectos agradables y motivadores que son parte de la experiencia de aprender y hablar un idioma.

Concluyendo, puedo admitir honestamente que las mejores cosas de mi vida han sucedido hablando diferentes idiomas que el mío, conociendo a personas de diferentes nacionalidades y trabajando y viviendo en diferentes países. Entonces, no hay duda...este artículo es imparcial, quiere serlo y la suscrita está firmemente convencida de que conocer diferentes idiomas y culturas es una de las pocas adicciones en el mundo sin contraindicaciones.

Nancy del Carro

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