A lo largo de mis años de trabajo como docente, he ido perfeccionando mis habilidades comunicacionales y de enseñanza para poder establecer con los alumnos un espacio de co-construcción de los conocimientos, en el entendido de que todos partimos de algún punto: contamos con ciertas ideas o nociones básicas, hemos ido a clase, leímos algún texto, escuchamos algún podcast, vimos algún posteo en las redes... Es decir, que quien busca el apoyo de un tutor posee ya herramientas y conceptos que deberá incorporar e interiorizar con la ayuda de un otro que ayude a pensar.
Mi función no será la de transmisión sino la de andamiaje en el proceso de aprendizaje; algo así como una muleta para una pierna rota: su función es acompañar y sostener, proporcionar seguridad, solidez y estabilidad, pero lograr caminar depende de quien lleva la muleta, y esta se volverá obsoleta cuando la persona esté suficientemente fuerte como para marchar tan solo utilizando sus dos pies.
En los encuentros conmigo podrás esperar un espacio seguro donde evacuar dudas, solicitar explicaciones, pedir ejemplos, pensar juntos ejercicios prácticos, profundizar conceptos, ampliar perspectivas... Pero también deberás estar preparado para responder preguntas difíciles, que no admiten respuestas simplificadoras, que te van a hacer pensar y poner en marcha todo lo que ya sabes...
Si me pidieran que eligiera un leitmotiv para mi estilo de trabajo, y para mi vida en general, sería: Desde lo cómodo, lo incómodo permanecerá siempre incomprendido... y desde lo repetido, lo novedoso jamás podrá ser construido.