Teniendo en cuenta los contenidos a abordar y la edad de los/las estudiantes con los cuales trabajare, considero que la incorporación de la perspectiva de la historia problema es la más adecuada. De esta manera se apostará a la presentación de los contenidos como hipótesis o preguntas a resolver, funcionando como disparadores a partir de los cuáles indagar el pasado. Dentro de este contexto metodológico general, propongo diferentes tipos de actividades, materiales, dinámicas de trabajo y formas de interacción entre los miembros de la clase.
• Análisis de textos propios de la disciplina con el objetivo de que el/la estudiante se apropie de los conceptos y las formas de explicación específicas de la asignatura.
• Trabajo con fuentes –documentos escritos, fotográficos y audiovisuales–, con la finalidad de que los/las estudiantes puedan aproximarse al modo en que trabajan los investigadores en historia, abordando la posibilidad de aprender a valorar e interpretar críticamente las fuentes de información histórica.
• Utilización de recursos audiovisuales. El texto audiovisual es también portador de conocimiento pero en otra codificación que puede ser trabajado con las consideraciones metodológicas propias de la disciplina.
El trabajo a partir de materiales audiovisuales permite formar a los/las estudiantes en el consumo de la imagen.
• Uso de herramientas de ‘representación’ del tiempo. El trabajo con mapas témporo-conceptuales permiten un tratamiento significativo del tiempo histórico y del tiempo cronológico, con el propósito de hacer de la Historia un encadenamiento temporal inteligible y explicable. Por su parte, esto también brinda la posibilidad del aprendizaje de conceptos claves como simultaneidad, sincronía o diacronía a la vez que permiten establecer las diferencias entre procesos de larga y corta duración.