María es una maestra extraordinaria. De esas que realmente aman su trabajo y se nota y que llegan para cambiar y dejar una huella en la vida de las niñas y los niños. Tiene una paciencia infinita y la capacidad de hacer que sus estudiantes encuentren el gusto por aprender y se sientan capaces. Es, además, muy sensible a las necesidades individuales y estado emocional de cada peque.
Más allá de ser MUY buena para enseñar desde lo lúdico, a mi hija le hizo recuperar la autoestima y el amor por aprender y la hizo una gran lectora. Es también muy flexible y paciente con las mamás. Con ella todo es tranquilo y bonito. Para nosotras fue una bendición haberla encontrado en un momento muy difícil y siempre le estaremos profundamente agradecidas.
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