En primer lugar, evalúo al alumno oralmente y por escrito para determinar en qué nivel de dominio del idioma se encuentra. Posteriormente, determinamos conjuntamente cuál o cuáles son los objetivos que se persiguen al estudiar inglés. Por ejemplo, por motivos de viaje, un examen en el extranjero, por necesidades laborales, etc. Determinamos los plazos y frecuencia de estudios. Definimos el cronograma y los pasos iniciales, intermedios y finales en el logro de los objetivos. Esto es, contenidos propuestos, habilidades trabajadas, y objetivos general y específicos.