Con Internet la educación ha cambiado mucho: ya no es una cuestión de dar información porque la información sobra. Los profesores deben adaptarse a este cambio, si no lo hacen corren el riesgo de quedarse perdidos en una época remota donde se veía a los alumnos como mentes vacías a las que había que llenar de información. ¡Todo lo contrario! los estudiantes son mentes activas con capacidad crítica. Muy consciente de este cambio y sabiendo por experiencia propia lo importante que es ser un guía y no un repetidor de conceptos, he elaborado una forma de enseñanza que se basa en las siguientes características:

*la conversación activa: el uso de la conversación es fundamental para el aprendizaje. las clases no pueden ser un espacio en el que solo el profesor habla, por el contrario, estas deben ser una conversación activa de la cuál emergen soluciones.

*lenguaje coloquial y uso de ejemplos: manejar un lenguaje técnico y sofisticado no es conveniente. lo mejor es que las clases se desarrollen naturalmente, casi como una conversación filosófica.

*manejo de Google: no se trata solo de buscar conceptos y leer definiciones. Se trata de analizar la información, decantarla, analizarla, evaluarla y tomar varias referencias para un mismo tema. Internet contiene información basura y poco científica, de lo que se trata es de que el estudiante aprenda a alejarse de falsas fuentes de información y tome las mejores fuentes disponibles para cada tema.