Aprenderemos a reflexionar por nosotros mismos a partir de las principales ideas de la historia del pensamiento, cuestionándolo todo, más que a memorizar simplemente un catálogo de nombres y fechas. Aprenderemos a filosofar partiendo de la historia de la filosofía.
Mi experiencia en el campo del pensamiento filosófico proviene de mi permanente actividad cultural ligada ya sea con medios de comunicación (editoriales y artículos de opinión) o instituciones educativas, donde siempre he vinculado el espíritu crítico, propio de la filosofía, y el análisis de los temas de actualidad. Esto creo me proporciona una ventaja sobre muchos docentes, que no logran cautivar al estudiante porque no logran que la filosofía aterrice en cuestiones prácticas de nuestra cotidianidad, sino que hacen de ella una disciplina pesada y abstracta. Por el contrario, mi método es dotar a la filosofía de carne y huesos, para hacerla más familiar al estudiante.