Recuerdo muchas veces cuando sentado en mi pequeño escritorio de estudios que tenía en mi cuarto lloraba por la frustración de no entender una ecuación, una suma algebraica, una factorización y entre otros temas. Fueron muchos los profesores, pero muy poco les entendía y siempre me hacía la misma pregunta: ¿Eran ellos o yo? al final, lograba salir aprobado, pero por poco. Así me gradué de bachill...
Recuerdo muchas veces cuando sentado en mi pequeño escritorio de estudios que tenía en mi cuarto lloraba por la frustración de no entender una ecuación, una suma algebraica, una factorización y entre otros temas. Fueron muchos los profesores, pero muy poco les entendía y siempre me hacía la misma pregunta: ¿Eran ellos o yo? al final, lograba salir aprobado, pero por poco. Así me gradué de bachiller, con una débil base de matemática. Por supuesto, esto me trajo muchos problemas en la universidad, con temas más complejos y mayor presión académica y social, ya que lo que nos enseñaron por mucho tiempo era: Si no obtienes un titulo fracasarás. Todo era, entender y aprobar o reprobar y fracasar. fue ahí cuando toqué fondo (cuando reprobé matemáticas II por segunda vez) y casi abandono mi carrera de ingeniería, sin embargo tomé una de las mejores decisiones de mi vida, decidí intentarlo una vez más. No me arrepiento de aquella decisión. El hecho de haberlo intentado una y otra vez, sin renunciar, es lo que me permite actualmente ver las matemáticas de una manera más fácil y sencilla. Porque comprendo cómo te puedes sentir es que deseo ayudarte, tendrás mi acompañamiento personalizado hasta que sepas hacerlo por tu propia cuenta. Mi método se centra en ti y en tus necesidades y no en mi. No deseo ser el típico profesor de matemáticas, sino un estudiante más que te comprende, te ayuda y aprende al mismo tiempo que tú. No tienes que sabértelas todas, ni ser el mejor de tu salón, sólo comprender los conceptos básicos.