La pregunta fundamenta la patente necesidad de aprender, mediante el diálogo y la narrativa es posible conocer, de forma amena, todo cuanto se puede conocer por medio de los sentidos y el intelecto. Se forma, por lo anterior, un ambiente de seguridad en donde el estudiante es libre de formular cuestionamientos e intereses inherentes al proceso formativo, dando paso a la construcción de un conocimiento relacional que conduce a una reflexión permanente con el entorno vital. Es necesaria la manifestación de una relación entre lo que se aprende con la realidad que se vive, este hecho aunado a un interes honesto por aprender, da como resultado una comprensión universal de los conceptos que componen la estructura de la filosofía en el marco de las realidades que nos ocupan.
Todos los espacios de encuentro deben tener un momento de pregunta que nos permita desnudar las falencias presentes en la comprensión de los criterios subyacentes en el desarrollo temático. Debemos generar una conciencia de la pertinencia de los que aprendemos y para ello es necesario mantener una constante auto evaluación de lo aprendido en donde el estudiante sea capaz de asumir su rol de buscador de la verdad en el campo que nos atañe. El avance en esta metodología se evidenciara desde el primer momento a partir de la simplificación de lo complejo dando paso al descubrimiento de la escencia criterial de la disciplina que nos convoca.
La filosofía requiere de un cosntante compromiso con la comprensión de nuestra realidad y de nuestro entorno.