A la hora de aprender y enseñar se nos viene a la mente el profesor/a dando una clase magistral, es decir, aquella en la que el docente se limita a hablar, a partir de sus libros o apuntes, y los alumnos a escuchar. Sin entrar en el debate de los pros y contras de la falta de participación del alumnado y del escaso uso del modelo de "aula invertida", vamos a concentrarnos en aquellos elementos del Aula que están a la orden del día: Las nuevas tecnologías.
Si eres profesor, alumn@, padre, madre, pensarás en internet (como recurso por el que estás leyendo este artículo), los móviles, tablets, lantops, portátiles, PCs de sobremesa, e infinidad de instrumentos que usamos tanto en nuestra vida cotidiana- trabajo, relaciones sociales, estudio, etc.-, como en ámbitos más específicos.
Aunque bien es cierto que el aceite, la carne, la leche, verdura, etc., son sanos, un exceso o mejor dicho, un mal uso (preparación y consumo), de éstos alimentos puede ser perjudicial para la organismo. Lo mismo sucede con las TIC, ese conjunto de Tecnologías de la Información y Comunicación que observamos en nuestras aulas son muy constructivos para el Sistema Educativo (padres y madres, alumnos, profesores), pero mal usados pueden no solo ralentizar el aprendizaje sino perjudicarlo.
Tenemos en mente los "Proyectores de Opacos" (o de "transpariencias", como los famosos dibujos anatómicos, fotografías, etc.), VHS y Televisores, o ya de un tiempo a esta parte, el uso de pizarras digitales, proyectores de diapositivas, vídeos, etc.,tablets, páginas web e incluso aplicaciones móviles en tiempo real.
La idoneidad de estos recursos es proporcionalmente relacionada a la formacion de profesor, al tipo de alumnos que este tenga a su cargo, así como a los recursos disponibles y a lo que pretendemos enseñar: Estos factores son esenciales para entender que, en una clase con alumnos con TDAH, puede ser más efectivo un pequeño vídeo de Matrix para explicar el Mito de la Caverna (Platón) que una selección de textos bilingües de sus tablets u ordenadores, al menos como forma introductoria.
Asimismo, debemos evitar el exceso de cada una de estas tecnologías y no abusar de vídeos, páginas web, o diapositivas (la conocida como "Muerte por Power Point").
Como recomedación personal, intentaría a partir de las competencias docentes y el programa de la asignatura, y la logística, llegar a los alumnos a través de un buen uso de las TIC, con recursos como RTVE a la carta para el visionado de fragmentos de nuestra historia más reciente, los nuevos hallazgos y remasterización hechos por History Channel, documentales de la BBC, así como canales de Youtube, libros ( por supuesto, sea en formato físico o en formato digital, son impresdincibles, y actualmente podemos interactuar con ellos en tiempo real y en grupos, tanto presencialmente como vía online), y páginas como Khronos, una revista de Historia para todo tipo de público que y especialmente en el caso de alumnos de instituto y de primeros años de universidad les permiten llegar a la Historia de una forma poco convencional- muy acorde con esas etapas de rebeldía- pero rigurosa al mismo tiempo.