En torno al presente trabajo:
Más allá de las cuestiones de gustos y tendencias en el mundo académico; en nuestra cultura hay autores con mayor renombre que otros, y en este caso el presente artículo, es donde presento ciertos aportes resumidos de otros trabajos previos de mi autoría.
Por medio del sentido externo, propiedad de nuestra mente, nos representamos objetos como fuera de nosotros y a estos todos, nos los representamos en el espacio, con las relaciones que guardan entre sí.
El espacio no es un concepto empírico que haya sido extraído de experiencias externas, y por demás es necesario ver los tópicos para desarrollar la teoría que hará el genial profesor de Königsberg,
[A24]
2) El espacio es una representación a priori (previa a la experiencia) necesaria que sirve de fundamento de todas las intuiciones externas. Nunca puede uno hacerse una representación de que no haya espacio, aunque si se puede pensar que se encuentre en el objeto [B39] alguno. Por consiguiente [el espacio] es considerado como la condición de posibilidad de los fenómenos y no como una determinación dependiente de ellos, siendo una representación a priori que sirve de fundamento a los fenómenos externos para su representación.
El espacio, no es un concepto discursivo como se suele decir o universal, de relaciones de las cosas [A25] en general, sino una intuición pura. Pues, los múltiples espacios son basados en nuestras limitaciones y no en una experiencia empírica.
El espacio se representa como una magnitud infinita. Ahora bien, todo [B40] se debe pensar como una representación que está contenida en una multitud infinita de diferentes representaciones posibles (como la característica común de ellas), se ve una noción que las contiene a estas bajo sí, pero ningún concepto como tal puede ser pensado como una multitud infinita de representaciones contenidas en sí. Y, sin embargo, así es pensado el espacio.