Aprender inglés no solo se trata de aprender el idioma y su cultura. Aprender inglés en sí es un aprendizaje, especialmente para alumnos adultos que dejaron hace mucho su rol de estudiante. Enseñar a adultos es sumamente gratificante para mí. Uno es cómplice de los pequeños avances y de un profundo descubrimiento, tanto de los alumnos como de uno mismo.
Y a mí me gusta que la gente contribuya con su propio proceso de aprendizaje porque me van a ayudar a mí también en mi rol. No quiero que sientan que es mi tarea como teacher enchufarles todo el conocimiento o, al revés, que son ellos quienes tienen que hacer todo el trabajo duro y sentarse a repetir como loros mil horas por día.
Creo que es un camino en donde yo voy a ayudar a aprender muchísimo mejor si me ayudan a enseñarles. Es un aprendizaje mutuo. En criollo, si me comentan qué les funcionó, qué sienten que los está ayudando, qué no, qué les gustaría repasar, qué necesitan aprender en algún momento en particular, y la parte más importante, pero quizás más desafiante, es que pregunten. Y que pregunten todo lo que quieran preguntar.
Hacer preguntas también es un aprendizaje. A través de la experiencia uno se va dando cuenta de qué preguntas hacer y cuáles no, no porque no sean apropiadas, sino porque uno está cada vez más al tanto de lo que necesita para aprender un idioma. Y ese no se los puedo decir yo. Es necesario que uno mismo lo vaya descubriendo.
Y no, no voy a juzgar sus preguntas. No estoy para juzgar si me están haciendo una pregunta sobre algo que me tomó una clase explicar o si pretenden adelantarse a los temas y me están desestructurando la clase. No. Siempre que las preguntas tengan que ver con inglés o con aprender, serán bienvenidas. Me ayudan a ir entendiéndolos.
Ahora, que me pregunten no quiere decir que voy a tener todas las respuestas. Habrá preguntas a las que responderé 'no sé', 'no estoy segura', o preguntas que responderé brevemente porque quizás es algo que yo entiendo es necesario que lo veamos más adelante. Y hay veces en que yo no voy a entender la pregunta, y quizás ustedes se den cuenta de que no les sirve la respuesta porque no es lo que preguntaron. Pero no por eso uno tiene que dejar de preguntar.
A mí me gusta que pregunten y que vuelvan a preguntar las veces que sea necesario. Me ayuda a mí, y los va a ayudar a ustedes a sentirse cómodos en la travesía de aprender un idioma.