Durante el primer año de inciación de flauta travesera recomiendo una sesión semanal de entre 30 y 45 minutos de clase individual. Cada caso y cada alumno requerirá una organización personalizada a sus necesidades.
Empieza a dar clases particulares
Por ejemplo, un alumno de 6 o 7 años que interpreta pequeñas piezas, estudios y ejercicios para estabilizar el sonido y adquirir reflejos suficientes para aprender las posiciones de las notas y su coordinación necesitará una organización de las unidades didácticas bastante flexible.
Por eso, teniendo en cuenta que durante los primeros meses puede manifestar fatiga debido a la nueva posición que ha de adoptar tocando la flauta y por el esfuerzo que puede suponer en un principio el trabajo respiratorio, conviene intercalar durante la clase momentos de distensión y que el ritmo de las actividades a realizar sea variado.
Más adelante, a partir del segundo o tercer año, será necesario aumentar el tiempo de la sesión a 1 hora, ya que la dificultad y la longitud del repertorio se va expandiendo.
Aunque el orden de la clase durante esta etapa es bastante flexible y debe ajustarse a las necesidades concretas de cada alumno, en líneas generales podríamos decir que:
- En una primera parte de la clase calentaríamos los músculos y la respiración y prepararíamos la posición del cuerpo para tocar.
- A continuación realizariamos las actividades que requieren más concentración, como lectura e interpretación de nuevas piezas.
- Al final, como premio y despedida, abordaríamos aspectos más ligeros, como repasar lo aprendido en sesiones anteriores o tocar alguna pieza que nos guste mucho.
Los medios y recursos didácticos necesarios en el aula para una clase presencial serían: 2 atriles, espejo, metrónomo, piano, partituras y acceso a internet.
Por su lado, el alumno debe asistir a clase con su flauta, su kit de limpieza, partituras, lápiz, goma, papel pautado y una libreta o agenda para apuntar las tareas y comunicarse con los padres.
Me gusta siempre tener la clase preparada de antemano y mantener un diario de aula de todo lo que se va haciendo. Además, disponer del material de escritorio necesario preparado es muy útil para que la clase se desarrolle sin interrupciones.