Siempre ha llamado la atención del hombre la escritura en sí. Pero no sólo la escritura y su contenido, sino la escritura como grafismo y, además, desde distintos ámbitos: la semiología, la antropología, la psicología... y claro la grafología también!
Desde antaño distintas celebridades históricas ya habían observado rasgos, características que hacían al sujeto escribiente: tal es así como Nerón, Goethe entre otros se interesaron en analizar cómo a través del trazo que hace a la escritura se llegaba a conocer rasgos de personalidad. De hecho, se dice que Nerón, a través de la escritura, podía saber quién le era leal y quien lo traicionaría.
Pero más allá de los mitos que se pueden escuchar se sabe que a través de esta disciplina científica llamada Grafología, se puede obtener información relevante acerca del escribiente. Es a partir de un método riguroso y científico que se obtiene información que incluso, muchas veces ni siquiera conoce el propio autor de esa escritura. Nuestro objeto de estudio: el grafismo en general y la escritura en particular, es la que nos permite profundizar, estudiar, observar y luego hacer un exhaustivo relevamiento de todo lo trabajado.
La Grafología no tiene porque ser vista como una tarea aburrida o tan simplista. Por el contrario, una vez que se comienza el camino del análisis del trazo ya no hay marcha atrás...
La pasión, la estadística y el minucioso trabajo de observación y medición es lo que conforman esta disciplina que lleva tantos siglos.
Una vez al mes estaré subiendo un artículo en relación a la grafología. Una vez al mes hablaré de algún tema que apasiona, que interesa o que por lo menos nos deja pensando.