En este post me gustaría hablar sobre mi opinión acerca de este tipo de metogologías, pues cada vez más podemos encontrarlas en diferentes centros educativos, pero no es tan fácil encontrar personas que las conozcan o muestren seguridad ante ellas.
Es cierto que últimamente podemos encontrar centros en los que se habla de metodologías como Montessori, por ejemplo, pero ¿en que se basan estas metodologías?
Bien, hay varios autores y varios métodos, pero la gran mayoría tienen un mismo objetivo: hacer al alumno partícipe. Esto quiere decir que lo que se busca es dejar de lado el modelo de profesor que habla y el alumno que escucha. Estos métodos buscan un punto intermedio, dejando incluso, en alguna ocasión, al profesor como guía, mostrándoles a los alumnos retos y situaciones que deben ir solucionando por sí mismos.
Un ejemplo de ello, es combinar algunas materias, lo que hace mucho más atractivo para el alumno el poder aprender diferentes conceptos. O, por ejemplo, potenciar el aprendizaje a través del juego en edades más tempranas.
Lo que se consigue con esto es potenciar una autonomía en el alumno muy fuerte, algo importante para su vida futura. Esta metodología esta muy estabilizada en países del norte de Europa, donde los resultados académicos, a la vista está, que son muy positivos.
En definitiva, el uso de metodologías alternativas en las aulas es un punto muy positivo, pero algo que aún no está afianzado, sobre todo por desconocimiento, pero que poco a poco se puede comprobar que esta encontrando un hueco en la educación actual de nuestro país.