A aquel interesado/a en comenzar clases de dibujo o aquel padre que piense en presentar a su hijo/a al mundo de la expresión artística, aquí te expongo las razones que considero importantes para sumergirse en el mundo del dibujo o el bocetado e incorporarlo en nuestra vida cotidiana.
La primera razón a comentar es aquella que todos conocemos y quizás la más atractiva de todas, la autoexpresión. La posibilidad de expresar aquello que las palabras no llegan a explicar y la libertad que esto proporciona a cualquier persona, niños y adultos.
Es un hecho que el dibujo se ha convertido en una herramienta útil en la psicoterapia infantil dando la posibilidad de explorar el mundo subconsciente del paciente de una forma más inmediata, sobretodo en pacientes introspectivos. Está comprobado que dibujar ayuda a estimular el desarrollo neuronal en los niños al igual que expandir la memoria.
Pasando rápidamente a razones más tangibles y al plano más personal, podría comentar las propiedades desarrolladas a lo largo de mi propia experiencia dibujando. El dibujo me ha ayudado a concentrarme en una sola tarea por un tiempo largo, algo que considero importante dado la cantidad de distracciones y estímulos que el mundo actual proporciona a mi generación.
Salteando la mejora de la coordinación ojo/mano, algo secundario para algunos, la observación de algo particular también ayuda a desarrollar una visión más preparada para la apreciación de detalles (se podría decir que se aprende realmente a observar un objeto natural) y la alimentación de la memoria visual.
En mi experiencia, al enfrentar un nuevo dibujo o proyecto también se da lugar a la estructuración y a la realización de un proceso racional, el cual ayuda a la jerarquización de ideas y pasos a seguir. Encarar un proyecto paso a paso es beneficioso para aquellos con problemas de ansiedad, forzando a uno a terminar algo a su debido tiempo observando el fruto del esfuerzo realizado.
Y finalmente la razón que, en mi opinión, bastaría para darle lugar a la expresión artística y el dibujo. Me refiero a contribuir a una de las actividades más antiguas que viene desarrollando el ser humano, el patrimonio artístico.
Expresar la individualidad y llegar al autoconocimiento de la persona no debe ser considerado un acto egocéntrico sino un acto colectivo, ya que cualquier obra es un reflejo de nuestra sociedad actual.