Ser profesor es un objetivo común, una profesión a la que se llega por vocación o por descarte, quizás tú estés en el primer grupo, quizás en el segundo. Pero desde el momento en que tuviste claro que la docencia es tu destino profesional, seguro que tienes un nuevo objetivo que cumplir: ser un buen docente.
En todas las profesiones se puede ser uno más del gremio, o destacar entre los mejores, también entre los profesores y maestros. No existe un único modelo de profe ideal, aunque sí que hay varias cualidades que todo buen docente tiene…
Puede que te creas un buen profe, quizás quieras llegar a serlo o tal vez estés en ese selecto grupo de excelentes profesores, aunque aún no lo sabes… ¡Estás a punto de descubrir la verdad!
Estás son cualidades que todo buen docente tiene, ¿las tienes tú?
Especializado en la materia que imparte, pero con curiosidad por seguir aprendiendo
Ser un docente en ocasiones implica tener que impartir materias de las que no se tienen los conocimientos suficientes, los motivos para ello son de lo más variados, y se encuentran tanto en las clases particulares, con profesores particulares “todoterreno”, como en la enseñanza reglada, con docentes que se presentan a plazas de materias de las que no son del todo expertos…
Pero un buen profesor es aquel que imparte la materia en la que está especializado, aquella para la que se formó y aquella que eligió de forma vocacional. Aunque haber estudiado mucho, y durante muchos años sobre esa materia no quiere decir que ahora haya que relajarse y simplemente repetir lo aprendido, año tras año…
La curiosidad y en interés por seguir aprendiendo son cualidades que todo buen docente tiene que tener para trasmitirlas a sus alumnos.
Preocupados porque todos sus alumnos logren el éxito, pero sin olvidar que cada uno es único
La de profesor es una profesión más, pero en ella la misión es la de ayudar a los alumnos a lograr sus objetivos académicos y formativos, pero también personales. Así que un excelente profesor no en solo el que enseña en el aula, sino el que convierte los objetivos de sus alumnos en parte de los objetivos propios.
Claro que cada alumno es único, con una forma de aprender, una vida más allá del aula… Y tras él hay muchas cosas que influyen en cómo logra sus objetivos. Si hay una cualidad que un buen docente tiene es la de analizar a su clase, e identificar cómo ayudar al grupo a lograr sus objetivos teniendo en cuenta las particularidades de cada alumno.
Creativo a la hora de planificar clases, pero sin olvidar la realidad de sus grupos
“El profesor explica y los alumnos atienden” no es la filosofía con la que enseñan los docentes que destacan por sus cualidades. Si se tiene en cuenta que un buen profesor es aquel con interés por la materia que imparte y con el objetivo de ayudar a sus alumnos, está claro que la personalización de la formación no faltará en el aula, sin miedo a innovar.
Aunque innovación en el aula no quiere decir estar a la última y aplicar los más novedosos métodos de enseñanza a todos los grupos y de forma sistemática, en realidad, se trata más bien de analizar a cada grupo de alumnos teniendo en interés continuo de ayudarles a lograr sus objetivos según su perfil, su edad, su situación personal…
Responsable con su misión docente, pero con vida más allá de la docencia
Impartir una materia no es solo “soltar la chapa” a los alumnos y salir de clase sin preocuparse de si han entendido, de si han tomado apuntes o, si quiera, si lo que se ha dicho es de valor real para su aprendizaje. Todo buen profesor se preocupa por su clase y tiene en consideración sus objetivos, que convierte en propios y para los que pondrá los medios necesario para lograrlos.
Eso sí, ser un profesor responsable no quiere decir ser profesor las 24 horas del día, también es importante cultivar aficiones o relaciones sociales. Un buen profesor es aquel que sabe desconectar y priorizar en cada momento.
Puede que con estas cualidades de todo buen docente tiene acabes de descubrir que eres mejor profesor de lo que creías. Si no es así, siempre puedes mejorar, intentarlo es la mejor forma de lograrlo.