La estructuración actual del sistema educativo considera las enseñanzas musicales como enseñanzas de régimen especial, entendiendo que los procesos a través de los cuales se aprende dependen mucho más de cada alumno/a concreto/a que de la materia específica que se está aprendiendo.
Empieza a dar clases particulares
La teoría psicológica del constructivismo, una de las fuentes en las que se basa el currículum actual, sostiene que aprender es construir conocimiento y que éste no se adquiere sólo por transmisión proveniente de libros, profesores/as, partituras o audiciones (en el caso de la música).
Las personas somos diferentes y por eso se debe entender la función de la enseñanza como una ayuda a este proceso que, básicamente, hace el/a alumno/a en su interior. Además, es imprescindible saber primero qué conocimientos previos tiene.
El aprendizaje significativo, concepto básico en la concepción constructivista, insiste en la imprescindible conexión de los nuevos conocimientos sobre los preexistentes, que el/la alumno/a ha aportado al curso, ciclo o actividad a realizar. Por eso es necesaria una cuidada planificación adaptada a las características individuales de cada uno/a.
Desde el primer momento del aprendizaje se deben comenzar a perfilar la mayoría de las actividades que se desarrollarán en niveles más avanzados. La diferencia de los objetivos en cada curso y en cada grado vendrá dada por el nivel de madurez y de competencia conseguidos. Es importante recalcar que estos objetivos pueden ser adaptados en todo momento en atención a la diversidad del alumnado.
En el caso concreto del primer curso de iniciación a la flauta travesera, mi propuesta de objetivos sería la siguiente:
- Adquirir los primeros conocimientos teóricos básicos sobre el instrumento.
- Tener consciencia del proceso respiratorio en general y durante la interpretación.
- Adquirir una posición del cuerpo y de las manos efectiva en relación al instrumento.
- Consolidar la embocadura necesaria para interpretar el repertorio propuesto.
- Obtener el sonido con seguridad para permitir su posterior desarrollo.
- Consolidar las bases para una buena afinación.
- Tocar de manera ajustada los ritmos propuestos.
- Articular de manera clara.
- Conocer las digitaciones necesarias para el repertorio propuesto.
- Agilizar y coordinar los dedos.
- Conocer e interpretar las dinámicas.
- Trabajar la improvisación.
- Desarrollar y practicar la memoria musical.
- Leer y tocar a primera vista.
- Trabajar el repertorio de diferentes estilos dentro del nivel propuesto.
- Trabajar repertorio con acompañamiento.
- Integrar buenos hábitos interpretativos y de estudio.