¿Cómo debo estudiar? Consejos para mejorar el rendimiento escolar

Mejorar el rendimiento escolar, puede ser un proceso complejo si no se tiene la información de cómo hacerlo. La responsabilidad de ser mejores, demanda de nosotros buscar y poner en práctica la información. Muchas veces nos convencemos a nosotros mismos que tenemos un problema, que es en realidad falta de conocimiento.

Solemos ser muy duros con nosotros porque nos exigimos mucho. Esto está bien, pero todo es un proceso y en el estudio como en toda tarea debemos tener un método. Pero no te preocupes, porque, estos consejos te servirán mucho para mejorar tu rendimiento escolar. Tanto si eres tu el estudiante o si eres un padre que quiere ayudar a sus hijos.

Lo fundamental

  • A la hora de estudiar como de hacer cualquier cosa, lo fundamental es la actitud. Si de entrada tenemos pereza, la verdad es que no hay manera de lograr rendimiento. Una mente fresca y optimista es la clave.
  • Muchas veces se nos exige más de lo que se nos da. Por esta razón solemos frustrarnos y pensar que el problema somos nosotros. La verdad es que con el conocimiento adecuado podemos lograr lo que queramos.
  • Existen técnicas de estudio y condiciones adecuadas para estudiar. Este es un proceso complejo que solo los seres humanos podemos realizar. Debemos tiene confianza en nosotros y mejorar nuestras habilidades.

Consejos para mejorar el rendimiento escolar

Estudiar es una de las actividades más edificantes que el ser humano puede realizar. Aunque a veces nos frustramos estudiando, esto solo se debe a un error. La falta de un método de estudio adecuado, que cada uno debe personalizar. Pero descuida, con estos sencillos consejos, estarás más cerca de construir tu propio método de estudio.

1. Conocerse a si mismo: ¿Cuál es tu forma de aprender?

Antes que nada debes saber cuál es tu tipo de aprendizaje, es decir cómo se te facilita estudiar. Este concepto está relacionado con el tipo de inteligencia que más has desarrollado. Esto no quiere decir que no puedas intentar desarrollar otras inteligencias. Solo significa que debes adaptar tu método al tipo de inteligencia que dominas.

Debes disfrutar lo que haces y tener una experiencia agradable de aprendizaje. Así lograrás recordar y asimilar el conocimiento por más tiempo.

Te proponemos, conocer los tipos de aprendizaje existen, y escoger, con cuál te identificas más. Al momento de estudiar, debes utilizar las técnicas recomendadas, de acuerdo a tu tipo de aprendizaje.

  • Lógico-matemático: Son personas que ven la realidad desde la lógica. Todo debe encajar y tener una razón de ser fácilmente comprobable y medible. Tienen una facilidad prodigiosa para entender y trabajar con los números. Si te identificas con este tipo de aprendizaje, debes enumerar y relacionar con operaciones matemáticas tus conocimientos. Usar listas numeradas y asociarlas matemáticamente, te permitirá establecer conexiones de información.
  • Social- interpersonal: Este es el tipo de aprendizaje de las personas que aman tener amigos. Usualmente nos les gusta estar solos y por qué los estarían, si disfrutan mucho de la compañía. Su atención y su memoria se enfocan más, cuando trabajan en equipo. Lo mejor para ellos, es tener un grupo de estudio que los potencie. Deben estudiar conversando con sus compañeros acerca del tema en cuestión.

  • Solitario-intrapersonal: Al contrario de los anteriores, existen personas que prefieren estar consigo mismas. Están en un estado contemplativo del ser y prefieren llegar al conocimiento buscando en sí mismos. Suelen ser muy sensibles y concentrados, por lo que estudiar no es un problema para ellos. Pero necesitan espacios privados, libres de ruido y distractores externos. Su lugar de estudio es un templo sagrado para ellos y esto debe respetarse.

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  • Aprendizaje visual: Personas alegres que aman los colores y disfrutan de los pequeños detalles de las cosas. Son curiosos y táctiles, necesitan experimentar la realidad para disfrutarla y entenderla. Si te identificas con esta descripción, puedes usar videos para aprender. Si te enfrentas a un texto largo, con pocas imágenes, los mapas conceptuales te ayudarán muchísimo. Si tiene la posibilidad de realizar un experimento o conocer lo que estudias in situ, no lo dudes, te fascinará.
  • Aural-auditivo: Con una escucha atenta, estas personas pueden captar mucha información a través de sus oídos. Recuerdan cada detalle de lo que se les dice. Pueden estudiar solo con lo que les han dicho en clase y si quieren reforzar, les vienen bien los podcasts y audiolibros.
  • Verbal-lectura y escritura: Este tipo de aprendizaje viene de la combinación del visual y el aural. Son personas que aman el lenguaje verbal y oral, disfrutan los símbolos y los sonidos. Si eres de este tipo de personas, te irá muy bien leyendo y tomando apuntes que luego puedes repasar.
  • Kinestésico: Este tipo de aprendizaje, implica todo el cuerpo. Está presente en las personas que aman la danza y la expresión corporal. Para este tipo de personas, lo ideal es experimentar lo que estudian, buscar la experiencia.

  • Multimodal: Este tipo de personas puede utilizar cualquier tipo de aprendizaje, porque todas sus inteligencias están bien equilibradas. Nadie nace siendo multimodal, es algo que se debe desarrollar con entrenamiento.

2. Establecer prioridades debe ser la prioridad

La capacidad de priorizar es muy útil, tanto para adultos como para niños. En nuestro día a día, hay muchas actividades por realizar. Debemos tener claro cuáles son las más urgentes o importantes. Evidentemente el estudio debe ser una prioridad para cualquier estudiante. Sin embargo, hay conocimientos que son más necesarios en cada momento. Esto depende de tus prioridades de aprendizaje o de tu horario de estudio.

Especialmente para los niños, se debe establecer el estudio como una prioridad. Esto implica darles el tiempo y el espacio adecuado y anteponerlo ante cualquier otra actividad. Hacemos primero lo que es más importante y después lo que sigue en prioridad. De esta manera logramos entregar toda nuestra atención al estudio y después de un descanso, continuar con otras tareas.

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3. Concéntrate en una sola cosa a la vez.

Hay una tendencia en la mayoría de las personas y los estudiantes en general. Sobre todo cuando nos preocupa demasiado nuestras responsabilidades y tenemos muchos compromisos. Estoy hablando del Multistaking o multitarea. Se trata de la falsa idea de que para ser más productivos tenemos que hacer varias cosas a la vez.

Nada más alejado de la realidad; por el contrario, esta idea nos retrasa y obstaculiza. Debemos eliminar por completo todo pensamiento de otra tarea de nuestra mente. Mientras estemos haciendo algo debemos dedicarnos exclusivamente a eso que estamos haciendo. De esta manera logramos terminar lo que estamos haciendo eficientemente y luego sí dedicarnos a otra cosa. Esto es muy importante, practícalo y verás como mejora tu rendimiento.

4. Distribuir el tiempo y organizar actividades

Desde el estudio, no preparamos para asumir roles de responsabilidad. La responsabilidad viene dada por el cumplimiento y este se logra con la disciplina. Pero para lograrlo debemos distribuir bien nuestras actividades en el tiempo, según el orden de prioridad.

Organizar las tareas del día a día, es la manera más adecuada para cumplir con todas nuestras responsabilidades.

Tener a la mano un horario de actividades, es una gran herramienta. Esta no solo te permite tanto para distribuir el tiempo, sino también, establecer prioridades. Es recomendable empezar por las tareas más difíciles para dedicarles mayor concentración. Ir distribuyendo las actividades de mayor a menos dificultad. ¿Notas que los puntos 2 y 3 tienen mucha relación?

5. Ve a tu ritmo, establece pausas

De nada sirve organizar el tiempo y distribuir las actividades, si no tomamos pausas. Estas nos permiten tomar un respiro entre actividades para oxigenar el cuerpo y la mente. Las pausas también nos permiten cambiar el chip de un tema a otro cuando estamos estudiando diferentes asignaturas.

Para saber establecer los tiempos de pausa, debes observar el ritmo de aprendizaje que tienes. Es decir, cuanto tiempo dura tu enfoque y tu entusiasmo. Puedes utilizar un cronómetro para medir tus tiempos y pararlo cuando sientas que te estás estancando. Lo recomendable, es parar cuando sintamos que ya nuestra mente necesita un descanso.

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5.1. Conoce la técnica Pomodoro

Esta una técnica muy famosa utilizada para mejorar la productividad y el rendimiento de estudio. Recibe su nombre del tradicional temporizador de cocina en forma de tomate, conocido como Pomodoro. Fue inventada por Frances Cirillo en 1980 y consiste en mantener la atención en una tarea por 25 minutos.

Pasados los 25 minutos, debes tomar un descanso de 5 minutos para completar la media hora. Puedes hacer este ciclo, durante 4 veces seguidas y luego tomar un descanso más grande de 20 minutos. Esta técnica es muy utilizada por grandes mentes del emprendimiento para optimizar el tiempo y lograr mejores resultados.

5. Reconoce y recompensa tu esfuerzo

Para nadie es un secreto que el reconocimiento y la recompensa, potencia el amor por lo que hacemos. Es importante que cualquier resultado sea celebrado por cuenta propia y de las personas que admiramos. Los padres deben practicar el refuerzo positivo con sus hijos, para que estos amen el estudio.

Cuando asociamos una recompensa agradable a nuestro esfuerzo, dejamos de verlo como una obligación. Al relacionar algo que nos gusta con una tarea, solemos olvidar que estamos trabajando y empezamos a divertirnos. La certeza de que obtendremos algo que nos hará sentir bien, puede proveer mucha motivación. Pero debe hacerse con mesura y siempre, relacionado con el resultado obtenido por el esfuerzo.

Resumen

El estudio no tiene por qué ser una tarea tediosa, al contrario debe convertirse en algo amamos y disfrutamos hacer. Muchas veces cuando algo se nos dificulta, es simplemente por no saber como hacerlo. Pensar que no somos los suficientemente buenos, lo único que logra es empeorar las cosas.

Para mejorar el rendimiento en el estudio debemos encontrar nuestra forma de estudiar. Generalmente, la mejor forma de hacer algo es nuestra manera, como nos gusta. Pues amamos lo que disfrutamos, por eso es necesario que disfrutemos lo que hacemos. Hacer del estudio una actividad placentera que salga del corazón, es la clave para tener un mejor rendimiento.