Todas las personas tenemos nuestros días más y nuestros días menos, ¡es normal!
El problema llega cuando tienes exámenes a la vista y te distráes hasta con el carboncillo que suelta el lápiz...
Hoy te traigo una serie de "truquillos" para que puedas concentrarte esos días tan marroneros:
- Piensa en por qué deberías estudiar: a medida que vamos creciendo nuestros intereses se van haciendo más fuertes. Es por eso que debes pensar que no te estás esforzando en vano, que es el camino hacia ese futuro que tienes en tu cabeza. Piensa en lo bien que te vas a sentir cuando alcances aquello que ahora parece tan lejano y échale ganas, ¡véncele a tu subconsciente!
- Haz un planning por horas: si no te falta motivación, pero sí concentración, es buena idea organizar la tarde. Puedes determinar el tiempo que quieres dedicar a cada apartado de cada asignatura y a los descansos. Aunque esto solo funciona si te obligas a cumplirlo...
- Grábate: haz como que eres de esos influencers que muestran su rutina. Si estás en el punto de vista de una cámara te obligas a dar lo mejor de ti, a mostrar que te estás esforzando. ¡Saca al youtuber que llevas dentro!
- ¡Galletitas!: hace tiempo vi por internet como hay quienes ponen galletitas cada ciertas páginas, que son la recompensa tras haber aprendido hasta esa página... quizá eso te sirva.
- Deja el móvil de lado: es algo obvio, pero a veces se nos olvida. Al estudiar es mejor quitar wifi y datos para poder centrarte en lo importante, porque las redes sociales son muy llamativas, no vamos a mentir...
Solo son algunos consejos que a mí me funcionaron en su momento, y que a día de hoy sigo utilizando. Espero que a ti también te sirvan, pero recuerda que tu mayor motivación eres tú, y las ganas que quieras echarle ;)