Hay muchas cosas que como padre o como alumno tienes que tener en cuenta a la hora de contratar clases particulares. Si nunca lo has hecho es posible que tengas muchas dudas, déjate guiar por el profesor, pero no debes olvidar algunas cosas.
Después de elegir al mejor profesor lo más importante es construir un buen espacio, aunque no es fácil. Es algo normal, ya que hay muchos estudios y especialistas que apuntan hacia puntos opuestos.
Mientras algunos hablan de entornos de estudios asépticos y libre de distracciones, otros creen que estudiar en un lugar con muchos estímulos es mucho más enriquecedor para el alumnos.
Nosotros queremos daros algunos consejos en los que todos coinciden. Aspectos que tienes que tener en cuenta a la hora de construir la clase perfecta, luego el toque personal se lo debes dar tú.
¿Por qué debemos tener en cuenta el entorno?
Lo primero que debemos hacer es no menospreciar el poder que tiene un buen entorno de trabajo. Son muchos los que piensan que el lugar donde estudiamos es indiferente y no es así.
Por ese motivo algunos padres cometen el error de dejar que sus hijos estudien en el salón con la televisión encendida o en otros lugares donde se pueden distraer con facilidad de una forma para nada productiva.
Nuestro lugar de trabajo tiene que favorecer la concentración.
Algunos estudios apuntan que el lugar de estudio influye hasta un 25% en el rendimiento de los alumnos. Si aceleraran los estudios en esta proporción la ESO duraría tres años en vez de cuatro.
Materiales
Es quizás lo que primero debamos tener en cuenta. Con la cantidad de posibilidades que hoy nos ofrece la tecnología parece un gran error cerrarse a ella. La conectividad de donde demos la clases muy importante.
Por eso establecer nuestro centro de trabajo en una cafetería donde no haya wifi o en un sitio al aire libre puede llegar a ser un error. Debemos tener la posibilidad a conectarnos a internet con cierta facilidad.
De la misma forma deberíamos tener a mano algún tipo de dispositivo que nos permita darle un valor añadido a la clase. Algunos expertos apuestan por clases completamente interactivas y por abandonar el papel.
Otros no creen tan firmemente esta postura, la tecnología casi siempre juega a nuestro favor pero puede ser una gran distracción para algunos alumnos. Aun así no es conveniente la desconexión total.
¿Sabes cómo buscar un buen profesor?
Entre otros tipo de materiales siempre debemos tener a nuestro alcance libros de consulta y puede ser una buena idea tener algunos estímulos visuales como mapas o tablas de cálculo. Las pizarras y las notas adhesivas siempre ayudan muchísimo.
Espacio y ventilación
Es algo que muchos entienden como algo menos importante, pero a la larga se puede llegar en los resultado. Mantener un espacio limpio y una temperatura ambiente adecuada es importante.
La tendencia en pedagogía son los espacios abiertos y muy iluminados, intentar destruir los muros y evitar la claustrofobia que puede llegar a producir una clase. Lo más innovador son los colores claros y los grandes ventanales.
Pero en cuanto a las clases particulares puede que convenga más un espacio más íntimo, que el profesor y el alumno asocien a la comodidad y donde luego pueda seguir estudiando.
La temperatura del lugar de estudio debe ser adecuada, esto es algo que cualquier biblioteca o centro de trabajo siempre tiene en cuenta. Fisiológicamente es algo que se nota y para algunas personas puede ser algo muy importante.
Luz y color
La mayoría de estudios apuntan a que lo ideal es la luz natural. Algunos incluso apuntan a una relación directa entre esta y los buenos resultados académicos. Pero conseguir una buena iluminación natural es muy difícil.
Esta no debe ser ni muy fuerte ni muy débil y no todo el mundo puede tener una gran ventana que además atenúe el sol en las horas que brilla con más fuerza. Por eso mismo existen alternativas.
Puede que la luz blanca indirecta sea la mejor alternativa, es la que usan en bibliotecas o en la mayoría de oficinas. Aunque si vamos a usar una luz directa no puede servir cualquier que no sea demasiado intensa.
Hay algunos que prefieren la iluminación íntima para algo como una clase particular, para marcar una diferencia con las clases en el aula.
En cuanto a los colores de nuestro lugar de trabajo, la tendencia son los colores claros. Aunque no hay ningún consenso en torno a esto, lo que parece ser común es que recargar demasiado las paredes con colores muy llamativos puede llegar a cansar.
Ruido
Es importante eliminar todo el ruido posible. Puede que queramos poner música o sonido ambiente, pero siempre algo que nosotros controlemos. Debemos intentar que los sonidos de la calle o de los vecinos no nos molesten.
Esto es algo muy difícil, para ello podemos realizar la clase en las zonas más tranquilas de la casa o hacerlo a horas a las que no haya mucho ruido. Las mañanas siempre son más tranquila y cuanto más nos acerquemos al atardecer más ruido puede haber.
De la misma forma es conveniente que avisemos al resto de miembros de la casa o incluso a los vecinos, si tenemos confianza con ellos, que a una determinada hora intenten no molestar.
Estímulos
Algunos expertos apuntan a que el lugar de trabajo o de estudio debe ser aséptico, otros sin embargo apuestan por insertar estímulos que ayuden al estudio. Esto son los que tienen que ver con la decoración o la música de fondo.
Aunque el espacio de las clases de particulares probablemente sea la habitación del alumno o alguna sala de la casa, es interesante que nos planteemos añadir elementos didácticos como mapas, tablas o esquemas sobre temas de estudio.
Puede que introducir elementos decorativos que estimulen su curiosidad por el conocimiento haga las cosas más fáciles. En algunas aulas hay cuadros o láminas de referentes culturales o científicos ¿por qué no hacer lo mismo en nuestra casa?
De la misma forma tener libros a la mano o que formen parte del entorno puede ser estimulantes. No solo por el campo de conocimiento que se nos abre, también por que es un recordatorio constante del lugar donde nos encontramos.
Otra forma de estimular y motivar puede ser la música. A algunas personas les ayuda sobre todo si van a pasar largas jornadas de estudio y quieren despejar su cerebro de alguna forma.
Si somos de la opinión de que es mejor estudiar en completo silencia al menos debemos tener algún dispositivo de audio para no cerrar la puerta por completo. Cuanta más puertas abramos mejor.
La distribución del espacio
Como ya se ha dicho hay dos opiniones en cuanto a la distribución del espacio, mientras unos apuestan por los espacios abiertos otros prefieren construir algo mucho más íntimo.
La tendencia en los centros, colegios e institutos más innovadores es destruir los muros y los espacios integrados. Que entre todos se pueda crear un espacio de trabajo sin necesidad de aislar a los alumnos.
Esta idea la podemos trasladar las clases particulares. Aunque no podamos movernos de casa podemos construir espacios más abiertos y dinámicos. Si esto no puede ser siempre podemos movernos.
Seguramente en nuestra ciudad haya bibliotecas o espacios de trabajo que compartan esta filosofía si nos interesa. Todas las bibliotecas tienen espacios en los que se puede hablar y dar una clase particular sin problemas.
Una de las cosas que podemos tener siempre en cuenta es la posibilidad de cambiar de espacio. Algunos profesores han probado con buenos resultados que dar alguna clase fuera del espacio de trabajo de vez en cuando funciona.
No debemos descartar por ser una clase particular actividades como las excursiones o movernos de sitio. A veces tenemos una idea cuadriculada de este tipo de clases y precisamente tiene que ser todo lo contrario.
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