¿Qué materiales son necesarios para empezar a tocar el piano?

A todas las personas les gusta la música, da igual a quien preguntes, en un estilo o en otro… hay variedad para todos. Pero cuando pasas de “me gusta escuchar” a “me gusta tocar” realmente subes de categoría porque para ser capaz de tocar un instrumento has debido estudiarlo, y aprender a leer la partitura, y comprender qué hay “no escrito” en ella.

El pianista es una reducción de un director de orquesta. La educación del pianista está casi completa cuando disfruta al tocar con otros instrumentistas, cuando el piano se convierte en plataforma para la expresión de otro instrumento o grupo de instrumentos. Por muy virtuoso que sea el pianista, tocar con otros requiere humildad y generosidad... pero este será el tema de otro post en el blog.

Si quieres empezar con el piano básicamente lo que necesitas son:

  1. Talento (al menos un poco) y muchas ganas de aprender.

  2. Un piano

  3. Un buen profesor.

Te voy a explicar un poco más sobre cada uno de los 3 puntos.


Talento y ganas

Para cualquier actividad o estudio se necesita, al menos, algo de talento. ¿Qué es el talento? Es una capacidad natural que todos tenemos para aprender o desarrollar una actividad de forma fácil o hábil. Si tengo talento para las matemáticas podré estudiar física, de lo contrario no podré. Es lo que se conoce popularmente como “se le dan bien las matemáticas”. Y todos tenemos algún o algunos talentos para algo, y para ser felices con nosotros mismos tenemos que encontrar cuál o cuáles son los nuestros. Afortunadamente, por la experiencia vivida, cuando te decides a aprender música es porque tienes talento, más o menos, pero lo tienes.

Las ganas también son importantes; tras mi clase hay que estudiar en casa para corregir o practicar lo visto en la clase. Compaginarlo con otras actividades diarias se hace duro si no tienes ganas.

En definitiva, estudiar o aprender un instrumento es 100% vocacional, me encuentro con muchos adultos que se animan a estudiar música porque “siempre quisieron aprender, y nunca pudieron hacerlo”. Es muy gratificante poder ayudarles a realizar ese sueño.

Un piano

Es evidente, pero ¿cuál es el que me viene bien?. Yo aconsejo siempre lo siguiente:

  1. Para empezar, mejor un piano electrónico de 88 teclas. El sonido de un acústico siempre es mejor, más bonito, puro y real, así como el contrapeso de la tecla, el pedal… Pero las ventajas de empezar con un electrónico son: suele ser más barato, más transportable, dispones de auriculares para estudiar sin molestar, no hay que afinarlo y el mantenimiento es simple. Además necesitarás menos espacio.

  2. Si ya has probado el electrónico y avanzado en la técnica, pásate a un acústico. Lo normal es que sea de pared por cuestión económica, claro; te sugiero probar muchos, porque el teclado y el sonido de un piano natural es algo muy personal. También te sugiero que no le incorpores un sistema silent: deja que el piano cante naturalmente, incluso ábrele la tapa de la caja de vez en cuando.

  3. Dónde comprarlo, ¡a ciegas, no!. Ya sea electrónico o acústico, el piano tienes que probarlo para que te guste, y cuando te guste te darás cuenta enseguida.


Un buen profesor

Todos hemos tenido profesores y sabemos de la importancia de los buenos. Éstos son los que animan al alumno, entienden y comprenden sus características, saben explicar para corregir y para avanzar. Avanzar en el piano significa enseñar al alumno la técnica del instrumento, para que sea capaz de tocar e interpretar las piezas como es debido.

No comparto la metodología de la “extraescolar”: enseñar a repetir una canción, sin enseñar la técnica. La técnica es el camino más largo, pero es el único que tenemos si queremos que el alumno de verdad aprenda y prospere; no todos los alumnos pueden ser virtuosos ni llegar a tocar los grandes conciertos, pero todos los alumnos con técnica podrán descubrir partituras nuevas, dentro de su nivel por supuesto, y serán capaces de crecer como músicos. Si nos quedamos en “modo extraescolar” condenamos al alumno a estancarse. Casos así me he encontrado muchos y llegan frustrados.

Como resultado de todos los años de enseñanza a muchísimos alumnos he creado mi propio método progresivo en técnica y dificultad: ejercicios creados desde las necesidades comunes y las particulares de este o aquel alumno. Como compositor conozco la importancia de educar el oído del alumno… y también de los que tienen que escuchar en su casa, por eso mis lecciones son bonitas, agradecidas, sencillas, no repetitivas ni aburridas, acostumbrando al alumno a reconocer las cadencias, las frases, los motivos de los temas etc.

Conclusión

Como conclusión: ¿cuál es el objetivo de la música? Ser feliz y hacer felices a otros, disfrutando al escuchar, y mucho más si puedo ser yo quien toque la música. Los 3 ingredientes arriba descritos nos permiten empezar con el estudio del piano, un maravilloso instrumento que te llevará a ver y sentir la música en 360º.

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